Rox -not so- personal life

16.11.06

Dos amores

If you can only have one great love, then the city just may be mine. And I don't want nobody talkin' shit about my boyfriend.
-Carrie
El fin de semana pasado se cumplieron 4 años que visité Querétaro por primera vez. En aquella ocasión y como la peda era en la noche, recorrí el centro yo sola. Me encanto la gente paseando, sus puestitos, sus iglesias. Fue amor a primera vista. Pero me confieso bígama, porque lo mismo me pasó con Madrid. Ver su cielo azul sin nubes escapando de ese cuadro rojo quemado que es la Plaza Mayor, me hizo sentir que yo pertenecía ahi. Fue un sentimiento muy diferente de los otros lugares que había conocido antes.

¿Porque la ciudad es nuestro amor? Por lo que sientes cuando estas en un lugar, por lo que vives con la gente de ahí, por lo que el estar ahí te salvó, por lo que lloraste mientras paseabas por sus jardines, por lo que reías andando por sus vías rápidas. No son ni sus museos ni sus restaurantes o lo que la hace diferente o bajo los parámetros del "sueño americano", mejor.

En mi caso, a mis amores los elegí yo. No son ni con los que nací ni a donde me llevaron. Me gusta pensar que por eso son especiales, pero al final y como ocurre cuando te enamoras, ¿acaso eso importa?.

Así que, cuando alguien se expresa del lugar donde vive con cariño, siento empatía y hasta admiración por ellos. En cambio, no puedo dejar de sentir algo de lástima por aquellos que su ciudad es únicamente el lugar donde estan porque pos ya que.

Y sí, conozco chilangos que aman a su ciudad. Que ante rabietas similares a las del post antepasado, lo único que hacen es afirmar: "me da tristeza cuando la gente de mi ciudad no los recibe bien". Hubiera sido interesante recibir una respuesta más o menos así, pero lo más cercano fue "por agradecimiento no puedo hablar mal" o "lo importante es VIVIR la ciudad". ¿En verdad la quieren o se justifican?. Al parecer mucha gente lee mas la forma que el fondo.

Por supuesto, nada de eso es importante. No importa si es una vil justificación supremacista, una reacción herida a mis comentarios o de plano la vorágine que señalaba de la ciudad como un todo, ya se los llevó entre las patas, a ellos en particular.

No me importa si la quieren, la odian, la soportan o les es impeda. Así como tampoco les importa que yo quiera a Querétaro o a Madrid. Porque al fin y al cabo y como pasa en las relaciones, es cosa de 2.